Este es un pequeño "muestrario" en el que iré poniendo todos los bloques que estoy recibiendo para formar el maravilloso quilt de cariño que abrigará los sueños de nuestra esperada pequeña.
jueves, 30 de octubre de 2008
El último, hasta el momento
Gracias Maka, tus dedos cosen maravillas igual de extraordinarias que tu corazón.
Otro de Mayte
martes, 28 de octubre de 2008
Desde Cudillero
Desde Málaga ...
Desde Barcelona, llegó la "marieta"
Desde Las Palmas
miércoles, 15 de octubre de 2008
El patito de Aldi
jueves, 9 de octubre de 2008
De mi grupo de labores
La coneja JA-Ja de Carmela
miércoles, 8 de octubre de 2008
domingo, 5 de octubre de 2008
Sunbonnet Sue en la luna
Y empezó la cadena.....
Uno de Teresa Sako
Y el otro de Ana Serrano Chan
Unos días antes habían celebrado un encuentro un grupo de quilteras malagueñas y Sylvia -a quien yo había pedido su aportación para la colcha- al parecer hizo un comentario... Teresa y Ana, sin pensárselo dos veces, decidieron que sus puntadas cargadas de cariño no podían faltar en esta colchita.....
Ellas, sin saberlo, han sido el primer eslabón de una cadena. Poco a poco "amigas de cosimientos de la blogosfera" han ido enviando buenos deseos y grandes dosis de amor bien amarraditas entre puntada y puntada.
Os mando un abrazo, chicas. ¡¡Sois estupendas !!
Mis primeros bloques .....
COLCHITA DE CARIÑOS
Dicen que es una tradición en el norte de China y las familias adoptantes - venga del país que venga nuestro hijo- la estamos perpetúando en muchos rincones del mundo.
Esta es la historia:
"Cuentan que la última emperatriz de la dinastía Quing fue una concubina más hasta el día que tuvo la suerte de dar al emperador un hijo varón. El único hasta entonces. Durante un tiempo se vio obligada a dejar solo a su hijo y para protegerle de las viejas esposas del emperador y obligar a las poderosas familias Manchúes a cesar en su empeño de reclamar el trono, concibió un astuto plan.
Pidió a cada uno de los jefes de los cien clanes más poderosos del Imperio una bobina de la mejor seda. Encargó a los tejedores del palacio que hilaran la seda y ordenó a los costureros a cortar las piezas grandes en pedacitos pequeños y con esos trozos mandó hacer un traje para su hijo. De este modo, simbólicamente, el heredero pertenecería a todas y cada una de estas cien nobles y poderosas familias. Y bajo su protección nadie osaría hacerle algún daño".
En algunas zonas del norte de China esta leyenda se ha convertido en una tradición. Son muchas las madres que cuando esperan un hijo/a deciden que tengan un Bai Jia Bei.
Para ello, invitan a 100 amigos, vecinos y familiares a contribuir con un retal de tela que acompañarán de un deseo para el recién nacido. Los 100 trozos se cosen convirtiéndose así en una colcha que, dicen, contiene la Suerte, la Energía y los Buenos deseos de todos aquellos que han contribuido a su confección.
Mis tres hijos ya tienen cada uno su colcha de los 100 Deseos y ahora, durante esta larga espera -más de dos años- decidí hacerle una a la pequeñina que esperamos.
Amigas "colcheras", amigas de "cosimientos", amigas cercanas y lejanas (en la distancia, pero no en el corazón), están contribuyendo con sus retales llenos de cariño a que mi niña, cuando llegue encuentre una colcha cosida con el amor de muchas manos y bajo el calor de muchos soles.
Gracias, gracias a todas.